Esta protesta nuclea a “productores, camioneros, empleados administrativos y de planta, en total son más de mil personas, con sus familias detrás, las que hoy se encuentran con total incertidumbre sobre su fuente de empleo, porque aquí nadie nos dice nada”, enfatizó Oneto.
En su momento se había asegurando que la empresa sería vendida a una firma de capitales chinos, sin embargo “lo último que nosotros sabemos que eso se cayó, De Narváez no quiere vender pero tampoco viene, cierra esta empresa, liquida lo que corresponde y libera a sus empleados”, manifestó la trabajadora.
Es por esa razón que en la Avenida Monseñor Rosch, frente al ingreso a Citrícola Ayuí, hace dos semanas que los empleados llevan adelante diversas manifestaciones, las cuales tuvieron continuidad durante la jornada de este jueves y también lo harán el próximo viernes.
Mientras que Oneto también comentó que “ya se venía hablando pero ahora comenzamos a ver en firme la posibilidad de conseguir y gestionar un vehículo que es el que nos va a trasladar hasta la casa de De Narváez en Buenos Aires; para ver si estando allí sale y nos da una respuesta contundente, porque así ya no se puede seguir”.