
Los mismos llegaron hasta la desembocadura del arroyo, donde fueron frenados por las plantas de camalotes, que como es caraterístico en este época del año, se multiplicaron en ese lugar.

Pero la particularidad de esta semana fue el caudal que llegó a tener el afluente y la basura arrastrada por el mismo, alimentado el problema por los factos climáticos reinantes en los últimos días.

Desde el Ente de Costanera se destacó la instrucción que oportunamente recibió el personal dedicado a realizar este tipo de trabajos. Tarea para la cual no se emplean maquinarias ni herrramientos, si no que conlleva una labor sistematizada -casi artesanal- con el objetivo de preservar la flora y fauna, como por ejemplo los nidos de las aves que se encuentran en el lugar.
