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La reciente consagración de Platense en el fútbol argentino no solo encendió los festejos en Saavedra, su barrio natal, sino que también provocó celebraciones en lugares inesperados. En Concordia, provincia de Entre Ríos, Martín -afectuosamente apodado "Tincho Calamar"- vivió el título como si estuviera en Santiago del Estero, lugar donde se disputo la final con Huracán.

La historia de Martin con el "Calamar" comenzó cuando tenía apenas 12 o 13 años. Según relató en sus redes sociales, se trata de una herencia sentimental: su abuelo paterno era hincha fanático de Platense. "Ninguno de sus hijos, nietos o bisnietos salió Calamar. Yo lo elegí porque sentía que debía honrar su pasión. Era un equipo chico, pero ese sentimiento era el de mi abuelo", contó Martín en una publicación que rápidamente se viralizó.

Su abuelo se había ido a trabajar a Buenos Aires en su juventud, y fue en el barrio de Saavedra —territorio del tango y carnaval, hogar de Roberto "Polaco" Goyeneche— donde se convirtió en hincha de Platense. Años más tarde, ya de regreso en Concordia, nunca ocultó su fanatismo: "donde podía, nombraba a Platense", recuerda Martín con orgullo.

Hoy, ese legado sigue vivo. "Tincho Calamar" forma parte de una red no oficial de hinchas del interior del país. “Hay Calamares en cada provincia”, explicó. En Entre Ríos, por ejemplo, existen simpatizantes en Colón, Concepción del Uruguay, Villa Elisa, Basavilbaso, Gualeguaychú, Paraná y Crespo. "En una época estuvimos agrupados bajo el nombre ‘Calamares del Interior Unidos’. Era una manera de no sentirnos tan lejos", añadió.