
Para los alumnos más grandes todo comenzó durante el viernes 18, ya sus docentes les propusieron una Estudiantina virtual, donde los educadores realizaron videos, actuaron, bailaron y les hicieron sentir a sus alumnos que “ahí estaban” y que “la escuela los extraña”.
Muchos de estos videos insistían em un mensaje de esperanza y subrayando que este 2020 -marcado por la pademia- en un año que “debemos tomar como de aprendizaje de vida”. Tampoco faltaron las alusiones a que los edificios escolares tuvieron un ciclo por demás extraño, subrayando que los pasillos, los patios y las aulas no son las mismas sin los gritos, las corridas, las risas, sin las suplicas de permisos especiales para juntar plata para la elección de reyes, para que los dejen pasar la noche en vela acomodando esa fiesta inolvidable que seguro va a ser “la mejor de todas”. Ni hablar de los ruegos para que “zafen” las faltas a aquellos que pasan días y noches en el galpón para realizar la carroza que los represente.
La montaña hacia Mahoma
En la ciudad de Concordia, el sello de este 21 de septiembre estuvo dado por esos docentes -de un importante número de escuelas- que se armaron de carteles, disfraces y algún que otro presente, para salir con un listado de direcciones a recorrer cada domicilio de los alumnos de los años terminales.Esa acción fue la sorpresa de la jornada. A falta de paseo que los aglutine y los convoque, los maestros y profesores hicieron que este 21 de septiembre no dejara de ser una fiesta, tanto para los alumnos como para los propios educandos.
Entre varios ejemplos, se pudo ver a un grupo de maestras de sexto grado, que pertrechadas con gorros, pelucas y collares de flores se subieron a un auto al que decoraron con una bandera con la inscripción “PROMO 2020” y así recorrieron las casas de sus pequeños alumnos.
