
Al respecto, Matías Rosales, uno de los vecinos involucrados en estas actividades, contó que el objetivo de esta misión es “la lucha contra la crisis estructural que se potencia con la pandemia”, que motivó a los demás a trabajar en el merendero local y a realizar una olla popular. A raíz de esto, Matías valoró que esto “nos confirma más que con poco se puede ayudar mucho” a satisfacer “las necesidades esenciales de muchos chicos y algunos adultos que sufren dela falta de un plato de comida en la casa”.

Por su parte, el titular del merendero “Caritas Felices”, Luis Monzón, explicó que “la idea a medio plazo es construir un salón de usos múltiples para usarlo en el futuro como comedor”, dado que “hoy por hoy, la merienda de los viernes y la olla popular de los sábados las estamos haciendo en mi casa”.
Actualmente, la emergente comisión barrial se encuentra a cargo de un vecino que encabeza los trámites legales para poder alcanzar las diferentes instituciones que se encargan de canalizar este tipo de pedidos.
Asimismo, Eduardo Aguirre, junto a las cocineras encargadas de brindar un plato de comida a todas las personas que se acercaron al lugar, valoró que “este sábado, que fue la primer olla popular que entregamos, contamos aproximadamente 450 porciones de guiso de pollo, para casi 300 personas”.
