
La tensión geopolítica impactó directamente sobre el mercado energético global. Desde comienzos de junio, el petróleo Brent, que sirve de referencia para Argentina, escaló más de un 20%, pasando de 63 a 76 dólares por barril. Este escenario internacional presiona sobre las estructuras de costos de las empresas refinadoras que operan en el país.
"La volatilidad es muy alta y queremos ver cómo se desenvuelve el mercado en los próximos días. El atraso en los precios de los combustibles es de entre el 15% y el 18%, según su variedad", explicó un ejecutivo de primera línea del sector.
“No nos dan los márgenes”
El impacto acumulado del encarecimiento del crudo y el congelamiento parcial de precios llevó a las compañías a una situación insostenible. "Vamos a subir un 5%. No podemos esperar más, no nos dan los márgenes", afirmó el directivo de otra empresa del rubro, que confirmó el inminente ajuste.En una tercera refinadora admitieron estar evaluando los próximos pasos con cautela. "Estamos analizando en profundidad cuándo, cómo y cuánto" incrementar los precios de la nafta y el gasoil, señalaron ante consultas periodísticas.
Las subas mensuales venían siendo moderadas, incluso con leves retrocesos. Sin embargo, un referente del sector advirtió que “a diferencia de los movimientos de precios a los que venimos acostumbrados (mensuales y con porcentajes relativamente bajos, al alza y a la baja), esta vez el aumento que habría que hacer es significativo, con un mínimo del 15%".
Al tiempo que agregó que “es mucho para hacerlo en un paso, por lo que seguramente habrá un sendero, que empezará pronto y delineará una frecuencia de alzas del combustible mayor a la habitual".