Concordia está de fiesta; festeja la 42°edición de la FIESTA NACIONAL DE LA CITRICULTURA, la ciudad reúne artistas, productores y público en general para festejar parte de la historia de nuestra ciudad en homenaje al trabajador y a todos aquellos que de una u otra manera se dedican a esta noble actividad.

La actividad citrícola da trabajo a miles de familias concordienses y de la región, pero hoy, los trabajadores somos convidados de piedra en estas fiestas.

Estamos siendo olvidados; principalmente por nuestros empleadores que solamente nos utilizan para levantar sus cosechas y nuestros salarios nos pagan en gris y en cuotas, evadiendo aportes y contribuciones, perjudicando así nuestra salud y beneficios jubilatorios.

Estamos siendo olvidados por nuestras autoridades laborales nacionales de la Secretaría de Trabajo de la Nación, por la Dirección Provincial del Trabajo, por la AFIP, por ANSES, que durante estos últimos 4 años de una lamentable gestión no realizaron acción alguna en defensa de nuestros derechos.

Estamos siendo olvidados por nuestras autoridades provinciales y municipales que siempre apoyaron a los productores, a las asociaciones y a firmas exportadoras con viajes, beneficios impositivos, aperturas de nuevos mercados, inversiones en plantas industriales, etc. pero de los trabajadores y sus familias nadie se acuerda.

Estos últimos años, los sueldos de un cosechador o un empacador ha caído más de un 30% en relación a cualquier parámetro que se tome, gracias a la política de degradación de las economías regionales y favorecer a los mercados de capitales extranjeros.

En nuestra provincia, según datos del Censo Provincial Citrícola 2016, hay 2.352 quintas que representan 36.387 hectáreas plantadas, distribuidas en 1.878 productores, y que estas cifras vienen decayendo con respecto a los anteriores censos, datos muy tristes y ciertos, pero lo que jamás censan es la cantidad de trabajadores que ocupan para manipular estos volúmenes de fruta, ya que de esta manera quedaría al descubierto bajo qué condiciones laborales se cosecha y se procesa la fruta.

Durante estos últimos tiempos venimos escuchando de parte de distintas voces que dicen con orgullo que la citricultura da 20.000 puestos de trabajo directamente y a otro tanto indirectamente, lo que no dicen es dónde están inscriptos estos trabajadores.

Escuchamos también que el costo laboral es muy alto, que es necesario modificar neustro convenio colectivo de trabajo para así beneficiar a los empresarios y a productores, para poder brindar más mano de obra, pero no dicen el costo que pagarán los trabajadores al perder derechos aborales que tanto sacrificio nos costó obtener.

Este Sindicato con las herramientas que cuenta, ya que no tenemos poder de policía laboral, siempre nos encontramos denunciando y atendiendo los abusos que incurren los empresarios citrícolas hacia los trabajadores, pero no encontramos eco en ningún organismo con facultades, capacidad y empeño en asumir responsabilidades para las cuales fueron designados.

Los trabajadores no podemos festejar, para participar con nuestras familias debemos contar con un presupuesto que no disponemos ya que nuestro paupérrimo sueldo no lo permite, pero sí confiamos y tenemos esperanzas puestas en que las próximas Fiestas de la Citricultura serán mucho mejores y que nosotros los trabajadores en comunión con productores, empresarios, autoridades y nuestros vecinos, podamos al fin disfrutar de esta hermosa fiesta como nos lo merecemos.

Sindicato Obrero de la Fruta

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