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A fin de evitar los problemas que se dieron en gestiones anteriores, algunos de los cuales terminaron judicializados, el gobernador Gustavo Bordet dictó a poco de asumir el decreto 2715/16, estableciendo que las redeterminaciones de precios en las obras públicas contratadas por el Estado provincial, antes de ser aprobadas por el organismo respectivo, debe contar con la intervención previa de la Dirección General del Registro de Contratistas de Obras y Servicios y Variaciones de Costos.

Las redeterminaciones de valores de las obras públicas son el sobreprecio que el Estado reconoce por encima de lo estipulado en las licitaciones. Una obra puede ser adjudicada por 10 millones de pesos a una empresa, pero luego la contratista suele presentar variaciones de precios en los insumos, costos laborales, problemas no previstos y otras eventualidades que el Estado puede avalar y que hacen que el costo final sea superior en varios millones a lo previsto inicialmente.

Esta convalidación, antes del 2715, estaba dispersa en varios organismos relacionados con la obra pública: el Ministerio de Planeamiento; el IAPV; Vialidad, etc.

La norma centralizó el procedimiento de verificación a fin de evitar disparidad de criterios. Fue luego de un derrotero donde los organismos autárquicos hicieron consultas hacia organismos del Gobierno para establecer si esta norma los alcanzaba o no. Este capítulo se cerró con un dictamen técnico de la Contaduría General donde quedó establecido que las redeterminaciones de precios de las obras públicas debían tener el previo paso por la Dirección de Variciones de Costos.

Frente a esta situación, la Delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción envió recién el 14 de octubre de este año una nota al ministro de Economía, Hugo Ballay, alegando que “por pedido expreso de la Contaduría” se solicitó la intervención de este organismo en la redeterminación de precios “sin que se hubiera dictado ninguna norma que obligara a la injustificada, burocrática y atemporal solicitud”. La lectura que hace la entidad que agrupa a las constructoras entrerrianas es que este paso “viola” la determinación del decreto 2715 de que las redeterminaciones estén aprobadas o denegadas dentro de los 30 días de su solicitud.

“Resulta preocupante que en plena pandemia, con restricciones de días y horarios favorables para el empleado público (sic) se pongan trabas burocráticas al pago del trabajo ejecutado por obreros y empresas que nunca pudieron parar por ser considerados esenciales desde el 19 de marzo”, alega la Cámara.

Por ello le indican a Ballay: “Tenemos la plena certeza de que se adoptarán todas las medidas para dar respuesta debida sin incrementar o sumar pasos que obstaculicen la consecución (de) los plazos de la obra pública y agraven la economía de las empresas”.
Respuesta oficial
La contestación a este planteo fue hecha por la Contaduría el pasado viernes 23, indicando que la misiva de la Cámara contenía “afirmaciones e imputaciones directas y temerarias” efectuadas con “desconocimiento del derecho”.

En primer lugar, el organismo de control aclaró que desde la reforma constitucional de 2008 es un organismo autónomo que no depende del Ministerio de Economía, por lo que mal podría Ballay dar indicaciones sobre cómo llevar adelante las actuaciones.
Asimismo, la Contaduría esgrimió que no posee funciones legislativas “por lo que no puede, ni podría, realizar una modificación normativa” como la que pretende la CAC Entre Ríos, debido a que es el propio decreto 2715, en los artículos 2° y 27° del reglamento que aprueba como anexo, el que “impone la necesidad de la intervención de la Dirección General del Registro de Contratistas de Obras y Servicios y Variaciones de Costos”.

“Es la normativa que resulta de aplicación – como no podría ser de otra manera – la que define las competencias y funciones de los distintos organismos en su actuación administrativa procesal”, agregó, dejando en claro que para evitar el paso de control haría falta que el Gobernador Bordet tome la decisión política y la plasme en un decreto que modifique el 2715, ya que la Contaduría solo tiene a su cargo el control previo del gasto de la Administración Pública.

En virtud de todo lo expuesto, el órgano de contralor consideró “ilegítima – y temeraria – la imputación sobre una supuesta intencionalidad de dilatar o no pagar las obligaciones estatales en tiempo y forma siendo que, como se ha expresado, es la propia normativa que rige el procedimiento de redeterminación de precios la que establece la necesidad de la intervención de la Dirección General del Registro de Contratistas de Obras y Servicios y Variaciones de Costos”, reiteró.

Esta semana podrían realizarse encuentros entre representantes del Estado y de la Cámara para encontrar un punto de acuerdo.
Fuente: APF Digital