En la Argentina es manifiesto el desprestigio sobre el poder judicial, el mal servicio de justicia que se brinda a los ciudadanos. Los republicanos que se llenan la boca hablando de la independencia del poder judicial, ahora tienen a un candidato que hace su lanzamiento político con la renuncia a su puesto de fiscal. De que imparcialidad e independencia pueden jactarse.

Rosando los últimos puestos en concursos para ser fiscal correctamente designado, hoy es el adalid que deja los privilegios del funcionario judicial para convertirse en un héroe de cartón que va a salvar la Ciudad, con sus “nuevas formas” de hacer política.

Aduce ser algo nuevo pero está alineado con el Ex Kirchnerista Martín Lousteau (autor de la 125 la cual genero un caos en el país), hoy enrolado en la Alianza Cambiemos. Tampoco duda en sacarse fotos con el ex menemista, actual macrista de Frigerio (hoy imputado en una causa en la que beneficio a una empresa constructora y en la que había invertido su dinero personal). El ex fiscal es más de lo mismo.

Uno de los grandes pilares de la lucha contra el narcotráfico es con el Poder Judicial en conjunto con las fuerzas policiales, no puede hacerse el desentendido del problema y endilgar solo responsabilidades a “otros” de este flagelo.
Es bueno que sume a la discusión política, pero que no nos tome por sonsos podría haber sido buen comienzo.