El comisario confirmó haber recibido unas horas previas a la toma de la Jefatura el aviso desde Concordia que se avecinaban nuevas manifestaciones. Según palabras de Rosatelli, "el día 8 de diciembre recibo un llamado de (Nélson) Vega donde me hace saber que la situación estaba candente y que podía haber manifestaciones a la tarde", por lo que inmediatamente se comunicó con el Jefe de Policía de Entre Ríos, Héctor Massuh, y se lo hizo saber, aunque no recibió ninguna directiva al respecto. Horas después, alrededor de las 20:30hs, "recibo un llamado del Jefe de Provincia para que me constituya en Concordia porque le terminaba de avisar el Jefe Departamental que la Jefatura había sido tomada", afirmó Rosatelli.

En ese contexto, el Comisario General subrayó haber recibido indicaciones "de qué decir para que desistan y detalles sobre cómo sería el aumento". Rápidamente se embarcó hacia la capital del citrus bajo una persistente lluvia, arribando alrededor de las 01:30hs. del lunes 9 de diciembre. Rosatelli ratificó que mantuvo una serie de comunicaciones telefónicas con varios jefes locales para conocer cuál era el panorama con el que se encontraría. "Yo tenia la mision de llegar y hablar con el personal para que desistiera", enfatizó.

El Subjefe provincial  con casi 10 años al frente de la fuerza relató haber ingresado por el Comando Radioeléctrico -sobre calle Hipólito Irigoyen- "y veo que las luces  y los teléfonos estaban apagados. Me recibe el Jefe del Comando, (Rubén) Vittori y me comenta que no había podido parar el ingreso de la gente" que estaba adentro de la Jefatura.

"Luego conversé con varios funcionarios y entré a la Jefatura por la parte de atrás. Les dije que venía a intentar solucionar el inconveniente. Aceptaron escucharme", afirmó Rosatelli, añadiendo que entre la multitud de agentes y familiares que lo rodeaban "les hice la propuesta que me habia dicho el Jefe de policia. Pedían $10.000 de básico. Les dije que el Ministro de Gobierno vendría y aceptaron recibirlo, pero me hicieron saber que el Jefe de Policía no ingresara porque iba a haber problemas". 

En plena madrugada llegó hasta el edificio policial de calle Pellegrini el ministro Bahl con quien mantuvo un breve diálogo y se dirigieron hacia el salón ubicado en el primer piso. Se había programado una reunión e ingresó la mayor parte de los uniformados. En palabras de Rosatelli, Bahl "permaneció muy poco tiempo, porque no hubo un diálogo correcto con el ministro", debido a los reproches e insultos que recibía y amplió que éste le dijo "que en ese contexto no iba a dialogar con nadie", y justificó que "si llegaban a lastimar al ministro en la jefatura el único responsable era yo. No había otro". 

Al otro día, y posterior a una recorrida por diferentes sectores de la ciudad que habían quedado desbastados por los distintos saqueos, Rosatelli dijo haberse reunido con el gobernador en la sede de la CAFESG. Relató que Urribarrio le hizo una serie de preguntas y le exigió que "antes de la entrada del sol hay que solucionar el problema", pero que no le dió directivas de cómo hacerlo. 

El Subjefe provincial aseveró que mantuvo diálogo con varios de los agentes amotinados y que incluso los trasladó durante la tarde del lunes 9 hacia CAFESG para que se reunieran con Urribarri. Indicó que sólo pidió a sus subordinados que mantuvieran "el respeto y la cordura" y dijo que la primer negociación duró varias horas "y prácticamente se había llegado a un acuerdo hasta que volvieron a Jefatura y mucha gente no estuvo de acuerdo con lo que se iba a aceptar. Yo escuchaba como dialogaban y gritaban. Después no aceptaron", rememoró.

Las conversaciones se retomaron mientras iba anocheciendo y finalmente se logró llegar a un acuerdo. "Yo me mantuve distante de las conversaciones y no firmé ningún acta de compromiso", señaló Rosatelli, para luego enfatizar que tampoco participó de la conferencia de prensa posterior. 

Consultado por el fiscal, el Subjefe ratificó que "desde el primer momento pedimos que volvieran a trabajar y que venía en busca de una solución. Les pedimos de que desistan de la actitud", a lo que sumó que el Comisario General Carlos Catena, quien lo acompañaba "les pide que reflexionen y que desistan de la actitud que estaban tomando", pero que tras un cruce verbal con un par de agentes amotinados se mantuvo callado luego. "Uno tiene que entender que estaba en una situacion dificil y tiene miedo también, no sabe la reacción que podían tener", declaró Rosatelli.

"No vi a nadie con armas, ni en la noche que llegué, ni en la negociación", aseguró también, a la vez que dijo estar "casi seguro que (Lucio) Villalba, no podía entrar y salir de la Jefatura con tanta comodidad", como con la que se manejó él durante esas horas.

Por su parte,  Carlos Alberto Catena, Comisario General prestó también testimonio ante los jueces y ratificó haber sido convocado para viajar hacia Concordia en la noche del 8 de diciembre de 2013 "porque había inconvenientes con el personal de la Jefatura. Llegamos a la madrugada y fuimos recibido por (Leandro) Couthino por el sector de atrás, quien estaba tomando mate. Se le explica a qué veníamos e ingresamos a la jefatura". 

Catena indicó al mismo tiempo que ante la llegada de Bahl a la Jefatura "se le sugiere que hable con 10 o 15 personas, pero ellos no aceptan y dicen que querían hablar todos. Allí es donde se acuerda la reunión en el salón. La reunión duró cerca de 15 minutos y hubo rispideces e insultos hacia el ministro".

En tanto, el Comisario que en ese entonces estaba al frente de la División Investigaciones de la Provincia observó que "la figura del Jefe Departamental no existía porque estaban rotas las cadenas de mando", pero que los sublebados "sí reconocian la autoridad del Subjefe de provincia", concordando con que en varias oportunidades se les pidió "que reflexionaran y depusieran su actitud, volviendo a retomar su responsabilidad".