Agrandar imagen La justicia procesó al gendarme por el delito de transporte de estupefacientes.
La justicia procesó al gendarme por el delito de transporte de estupefacientes.
El caso se inició el 29 de mayo, cuando efectivos del Escuadrón IV “Concordia”, durante un control vehicular sobre la Ruta Nacional 14, interceptaron un camión de encomiendas que trasladaba un paquete sospechoso desde Puerto Esperanza (Misiones) hacia San Martín (Buenos Aires).

Según se precisó a Diario Río Uruguay, fue un perro antinarcóticos marcó la encomienda y, al abrirla, se hallaron 18.425 gramos de MDMA —popularmente conocido como éxtasis— fraccionado en pastillas con diseños llamativos como Hello Kitty y calaveras de La Casa de Papel.
Dirigido por la Jueza Federal de Concordia, Dra. Analía Ramponi, el procedimiento desplegó herramientas investigas complejas como la entrega vigilada del paquete, que consiste en reemplazar parte del contenido por material inocuo y monitorear el retiro del envío en destino.

Dos días más tarde, y previa interceptación de líneas telefónicas y tareas de investigación en los domicilios de origen y destino, el 2 de junio, el Sargento, cuya identidad fue limitada a sus iniciales (IVK), integrante del Grupo Especial Alacrán de la Gendarmería Nacional, se presentó en la sede de la empresa Vía Cargo en San Martín para retirar la encomienda y fue inmediatamente detenido.

A través de la investigación, los agentes lograron determinar que mantenía comunicaciones con un presunto proveedor, quien fue fehacientemente identificado como la persona que habría ordenado el despacho de la encomienda desde Misiones.
Para avanzar en la pesquisa, la magistrada ordenó también la aplicación de la figura del agente revelador, una técnica de investigación que consiste en que agentes encubiertos simulen interés en una operación delictiva.

De esta manera, la Gendarmería logró entablar conversaciones telefónicas de interés con una de las personas involucradas que dio directivas para la entrega de la “mercadería”. Estas comunicaciones resultaron fundamentales para identificar al proveedor y solicitar su captura internacional, aún vigente.

La causa expuso una operatoria compleja de narcotráfico interprovincial que incluye tareas de inteligencia en Misiones y Buenos Aires, la intercepción de líneas telefónicas, allanamientos positivos en inmuebles la provincia de Misiones y la Capital Federal, el entrecruzamiento de datos de compañías de telefonía móvil y la Dirección Nacional de Migraciones, entre muchos otros organismos, todo lo cual permitió confirmar que el prófugo había registrado cruces migratorios hacia países limítrofes en compañía del agente hoy procesado y un familiar de éste último.
Durante los allanamientos posteriores se secuestraron armas, divisas extranjeras americanas, equipos informáticos y teléfonos celulares.

La jueza procesó al gendarme por el delito de transporte de estupefacientes agravado por su condición de funcionario público (Ley 23.737, arts. 5 inc. c y 11 inc. d), dictó su prisión preventiva y ordenó un embargo de $15 millones sobre sus bienes.

Fuentes judiciales destacaron el rol profesional de la propia Gendarmería, que actuó con absoluta rigurosidad ante la participación de uno de sus miembros.