Por el Ministerio Público Fiscal participaron la fiscal María Dalia Verdura Pons y el fiscal Matías Argüello de la Vega, mientras que el Ministerio Pupilar estuvo representado por Carolina Ezpeleta. Por su parte, la defensa fue realizada por el abogado Gustavo Rader.
El juicio se realizó a puertas cerradas por tratarse de un presunto delito contra la integridad sexual. Fue el segundo Juicio por Jurados que se desarrolló en la localidad de Chajarí.
Allí el jurado popular declaró culpable a un acusado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y doblemente agravado por el vínculo, aprovechamiento de la coexistencia preexistente reiterado (varios hechos) y de abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por el vínculo.