
El hecho ocurrió cuando el farmacéutico a cargo se disponía a abrir el local, momento en el que un hombre ingresó con arma de fuego en mano pidiendo dinero.
Eduardo González, un empleado del lugar que fue testigo del hecho, precisó que “mi jefe no le quiso dar la plata y se trenzaron entre los dos”, por lo que “el delincuente le alcanzó a dar un culatazo en la cabeza, lo hiere y procedieron a pegarse en el piso”.

El entrevistado valoró que “más allá del susto no pasó nada grave” y agregó que “la gente del Instituto asistió a mi jefe, le dieron los primeros auxilios y tuvieron que ponerle unos puntos en la cabeza por el golpe que recibió”.