
La mañana del jueves estuvo reservada para atender a la militancia y dirigencia concordiense del PRO. Fue así que en la sede partidaria de calle Alberdi se organizó un encuentro donde estuvieron presentes los actuales concejales de la fuerza, pero también el diputado provincial Manuel Troncoso, el diputado nacional Gustavo Hein y el Presidente del PRO Entre Ríos, Eduardo Caminal. En ese marco, no pasó desapercibida la ausencia de Roberto Niez, ex candidato a intendente en dos ocasiones por la alianza -ahora- llamada Juntos por el Cambio.
Previo a ello, un cronista de Diario Río Uruguay dialogó con un Frigerio que ya tiene colocado el traje de candidato. “No hay ninguna razón objetiva para que Entre Ríos esté como está. Tiene todo para mejorar y que los entrerrianos vivan mejor. Eso se puede cambiar y yo estoy apostando a eso”, afirmó.
El dirigente entiende que “la próxima elección de medio término es muy importante”, ya que permitiría “equilibrar un poco las fuerzas en el Congreso”. Pero también reconoce que “un buen resultado es el puntapié inicial, el primer paso, para un proyecto de transformación de Entre Ríos para el 2023”.
Fue en ese marco donde lanzó que “a diferencia de años anteriores, estoy dispuesto a participar de manera personal en la contienda electoral”, aunque deslizó que “lo más importante para mí es el proyecto, el equipo y ampliar la base de sustentación política que tiene hoy la oposición”.
Halcones y palomas
En un escenario nacional donde se destacan los referentes del PRO que no buscan ningún punto de encuentro con la presidencia de Alberto Fernández, Frigerio prefiere “no opinar sobre los estilos o lo que dicen otros dirigentes de la oposición”, pero subraya que “en lo personal, soy de los que creen que la grieta le hace muy mal al país y a Entre Ríos”.El entrevistado admite que “mucha gente tiene hasta razones objetivas para estar muy enojados con los que están del otro lado”, pero eso no implica dejar de advertir que “eso es muy malo para el país y, desde la política, no se pueda usar esa grieta con fines electorales, sino todo lo contrario. Tenemos la responsabilidad de hacer lo posible para ir generando puntos de encuentro”.
Denuncia de espionaje ilegal
La visita de Rogelio Frigerio se da en el marco donde se conocieron los alcances que tuvieron las espías ilegales instrumentadas durante la gestión de Cambiemos, con varios entrerrianos entre los monitoreados.Para el ex ministro de Mauricio Macri “no es casualidad” que este tema surja luego que “haya planteado mi intención de trabajar en un proyecto transformador de Entre Ríos para el 2023”. Incluso cree que “esta es la primera consecuencia” y que el objeto es “erosionar mi imagen”.
Vale remarca que el PJ de Entre Ríos emitió un comunicado acusando directamente al propio Frigerio por este accionar, ya que la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) está comprendida dentro de la órbita del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
Para el dirigente del PRO, “es la justicia la que tendrá que determinar si existió esto y quien fue el responsable”, destacando “la paradoja que yo soy una de esas personas que, aparentemente fui espiada, por lo cual me presenté como querellante en el día de ayer”, remarcó.
Para concluir con respecto a este tema, el entrevistado dijo que no se iba “a meter a discutir en el barro, ni voy a responder con las mismas herramientas”, ya que “creo en otra política, en la del debate de las cosas que le importan a la gente”. Agregando que en todos sus años de vida política “nunca tuve ni una sola visita a un juzgado”.
Dialoguista
El ex ministro del Interior reconoció que durante la gestión de Cambiemos no faltaban quienes lo acusaban de ser demasiado “dialoguista” con funcionarios del PJ provincial, a lo que respondió que “solo se trata de no creer que uno tiene toda la verdad y que el otro no es que no tiene nada para aportar”, evaluó.“Yo creo en el diálogo” y desde la política “no se puede incentivar más esa grieta que ya existe en la sociedad”, remarcó Frigerio. Para insistir en que “no creo que yo tenga toda la verdad y creo que los otros también me pueden aportar algo en función de encontrar una solución a los problemas de los argentinos, porque si la política no sirve para que la gente viva mejor, entonces no sirve para nada”, concluyó.
En ese contexto aceptó que “todos, en algún punto, somos corresponsables de que la Argentina esté como esté”, pero inmediatamente diferenció que “no todos tenemos la misma responsabilidad, siempre aclaro esto, porque hay quienes han gobernado mucho más que otros”. Como en el caso “de la provincia, por ejemplo, donde el mismo signo político está hace casi 20 años a cargo de la administración pública y no han mostrado buenos resultados”, señaló.
Planta potabilizadora y Ruta 18
Fueron dos de las obras sobre las cuales más se le preguntó cuando visitaba Concordia como ministro del Interior y prometía que ambas serían concluidas.La obra hídrica siempre avanzó a paso firme, pero la conexión vial entre las costas del Uruguay y el Paraná fue la contracara.
Consultado al respecto, se excusó en que no tenía el detalle de lo realizado en la Autovía “porque yo no era Ministro de Transporte, era ministro del Interior”, por lo que “no podría decir porque no se pudo concluir”.
Mientras que en lo que respecta a la planta potabilizadora, “yo celebro que continúe la obra y se pueda terminar, porque es muy revolucionaria para la ciudad, muy necesaria y muy vinculada con la salud pública”.
Fue allí donde nuevamente rescató que “muchos me planteaban, desde nuestras filas, que era casi sin un sentido hacer obras en un lugar donde por tantos años había gobernado otra fuerza política, pero yo siempre repetía lo mismo, que las obras no son para los funcionarios, sino que son para la gente”.
Autocrítica y errores de gestión
Consultado sobre cuales considera que fueron los motivos por los que los argentinos no respaldaron a la anterior gestión con la reelección de Mauricio Macri, Frigerio entiende que “son varias cosas”.Aseveró que “en lo particular he tenido una profunda autocrítica en su momento”. Apuntando que “no resolvimos los problemas que vinimos a resolver. La gente esperaba que pudiéramos avanzar y resolver muchos problemas de la economía y, claramente, por lo menos para lo que sintió la gente, no tuvimos éxito en ese plan”.
Frigerio pone la lupa en lo económico y destaca que “no pudimos vencer el problema de la inflación y no pudimos crecer de manera sostenida en el tiempo”, aunque argumentó “es lo mismo que ocurre en la Argentina hace 50 años, pero nosotros habíamos declarado que lo podíamos modificarlo”. Por lo que, fundamentalmente, “nos faltó, entre otras cosas, capacidad desde el punto de vista de la política económica para resolver los problemas”.
Entre otros escollos también mencionó que “nos faltó volumen político, es decir, fuimos un gobierno muy débil desde el punto de vista de las fuerzas parlamentarias y desde el punto de vista de la fuerza territorial”.
Pero, en síntesis, “creo que la gente siente un sabor de frustración por parte de nuestro gobierno, más allá de los avances en muchas áreas que pudimos mostrar”.
Para el ex funcionario “hay que aceptarlo con humildad y hay que reconocer los errores para tratar de recuperar la confianza perdida en muchos ciudadanos. Creo que ese es el enfoque que hay que tener”.