
"Los referentes del agro nos mostraron la información donde claramente quedó demostrada la situación de desastre que tiene el campo en Entre Ríos. Es una situación que viene de arrastre por la presión impositiva y que la sequía terminó agravando, destruyendo más del 80% de la cosecha de maíz y gran parte de la soja”, destacó Frigerio.

“La magnitud del desastre requiere mucho más que eso. No alcanza con fondos de emergencia ni con patear para adelante vencimientos impositivos. Hay que pensar en herramientas más eficientes y automáticas”, cerró.