
“En 2017, haciendo realidad un largo reclamo de los gremios de trabajadores del Estado, devolvió al Iosper 0,5 puntos de aporte patronal. El pasado lunes adelantó que llevará la devolución a un punto, elevándola en 0,5% más y anunció que es una decisión tomada terminar en 2023 su segunda gestión con el Estado aportando a los dos puntos de aporte patronal. Todo esto con equilibrio fiscal, con paritarias abiertas y en medio de la más tremenda de las crisis sanitaria de la que se tenga memoria”, sentenció.
Asimismo, contrastó: “Bordet restituye lo que Moine quitó. Ellos personifican dos modelos de Estado perfectamente identificables. El del actual gobernador se basa en la presencia estatal para garantizar derechos y proteger a los sectores vulnerados y el del ex mandatario estriba sobre el corrimiento del Estado y el avance del mercado sobre la sociedad, profundizando las diferencias, quebrando el entramado social y agravando las condiciones de marginalidad y pobreza”.
Loggio también puntualizó que Bordet “no borra con el codo lo que escribe con la mano. A la vez que se respetan y amplían derechos en la provincia se mantiene el equilibrio de las cuentas públicas. Por el contrario, Moine que dice hacer gala de la eficiencia, privatizó organismos y empresas, desmanteló el Estado y conculcó derechos de entrerrianos y entrerrianas pero terminó entregando una Provincia fundida y con un déficit estructural agravado”.
“Los que tenemos algunos años y mucha memoria recordamos bien lo que fue su lamentable paso por la Gobernación. El pueblo de Entre Ríos, que es sabio y paciente, también sabe quién es quién. Por eso le dio la espalda a partir de que salió por última vez de la Casa de Gobierno: Moine no ganó nunca más una elección. Bordet, por el contrario, fue reelecto en 2019 por más votos que en 2015 y es el político más reconocido de la provincia y uno de los gobernadores con mejor imagen del país”, remató.