Lapiduz dijo que “el mundo maneja políticas turísticas muy aceitadas, las promociones y campañas publicitarias ya no son a la vieja escuela sino estratégicamente apuntadas", aprovechando herramientas como redes sociales y "teniendo en cuenta el target y sin dejar escapar detalles”.

En declaraciones a Diario Río Uruguay, el dirigente detalló la importancia de la “configuración de oferta”, donde es “fundamental el diálogo con el sector privado, que es quien tiene contacto directo con el visitante”.

A su entender, los centros de información turística en las ciudades turísticas referenciales “están en el punto más céntrico de la ciudad”; luego – estratégicamente – “en otros puntos de visita y absolutamente en todos los establecimientos privados".

En ese marco, aseveró que “Concordia en este momento, no tiene una oficina de turismo seria”, disparó Lapiduz. Agregando que “a pesar de que el gobierno manifestó el traslado de esta dependencia a un local céntrico, debería haber sido sincronizado, ya pasó mucho tiempo con un puesto pequeño, sin teléfono ni internet y esto no puede suceder”.
El rol del privado
Para el empresario gastronómico, las firmas del sector “debemos tener un papel fundamental, ya que conocemos al turista, escuchamos sus quejas a través de nuestros mozos o conserjes”. Lo que redunda en la necesidad de “armar un cuerpo colegiado de trabajo conjunto” con el sector público.

En ese sentido, recordó que actualmente “muchas empresas hotelera y gastronómicas de la región están bajo la dirección de académicos que pueden sumar al secretario político, sin ser empleados del Estado, sino dando y sumando opinión” aclaró.

Por último, Lapiduz puntualizó que “hay cosas que se han llevado adelante y están bien”, pero otras aristas como “la oficina de información, las calles, los controles de tránsito en fechas clave a uruguayos que vienen a salvar nuestros comercios, por ejemplo, son cuestiones que hay que ajustar si queremos ser una ciudad con turismo”.

Para ello, exhortó a que “todas las partes”, incluyendo “comerciantes y ciudadanos, también tienen que ser comprometidos, buscando un conformar un círculo virtuoso que haga volver al turista que visita la ciudad”.