
En este sentido, Araujo dijo a cronistas de diario El Sol que “yo salgo todos los días a limpiar los vidrios de los autos, antes estuve en otras esquinas pero ahora estoy instalado en los semáforos de San Lorenzo y Humberto Primo”.
También, afirmó que “lo hago para alegrar a los chicos más que nada, pero veo que la gente anda apurada y muchos me cierran la ventanilla pero gracias a Dios muchos automovilistas por suerte me dan una mano y lo toman con buena onda”.
“Yo vivo con mi madre y mis hermanos -dijo- pero como no consigo trabajo y no tengo otra alternativa, salgo a limpiar vidrios de los autos”.
Finalmente, dijo con las manos en su corazón: “mi deseo para Concordia en estas fiestas es que lo pasen en familia, que no haya peleas, que se tenga poco o mucho que se esté unido, no vale la pena pelear, para la ciudad pido que haya trabajo, por favor” y, con lágrimas en los ojos, aclaró que “lo único que sé hacer es trabajar y ganarme la vida de esta manera, otra cosa no sé hacer, aprendí de chico a ganarme la vida trabajando”.