Durante la pesquisa, se logró desmantelar parcialmente una red narco que operaba en distintos barrios de Chajarí y zonas aledañas, con roles diferenciados que iban desde proveedores y fraccionadores hasta distribuidores y responsables logísticos.
En siete allanamientos simultáneos ordenados por la jueza Analía Ramponi, se secuestraron más de 300 gramos de cocaína listos para la venta, dosis de marihuana, armas de fuego de diversos calibres, dinero en efectivo, balanzas de precisión, teléfonos celulares, documentación relevante y vehículos vinculados al comercio ilegal, que podrían ser decomisados.
El centro operativo funcionaba en un domicilio de calle Simón Bolívar, donde se realizaban las tareas de fraccionamiento, acopio y distribución de estupefacientes.
Según la Fiscalía y la Justicia, está acreditada la participación habitual, organizada y jerarquizada de los imputados en la estructura delictiva, por lo que al resolver su situación procesal se aplicaron las agravantes previstas en el artículo 11 inciso c de la Ley 23.737, relacionada con la pluralidad y organización del grupo.
Las pruebas recabadas incluyen filmaciones, escuchas telefónicas, seguimientos vía GPS y el material secuestrado, que evidencian una operatoria sostenida en el tiempo y con alcance territorial.
Con el procesamiento y embargo dispuestos, la causa sigue su curso mientras se profundizan las medidas para identificar a todos los miembros de la organización y lograr su desarticulación definitiva.
