
Un cronista de Diario Río Uruguay tuvo la posibilidad de dialogar con Romero cuando -acompañado del Comisario Miguel Altamirano- salían de la Comisaría de La Criolla, rumbo a la Jefatura Departamental de Policía Concordia.
“Tuve una semana de depresión y llegué a lo que me pasó”, fue lo primero que atinó a señalar el deportista, luego de haberse higienizado y haber tomado una bebida caliente en la sede policial de la Capital del Arándano.
“Gracias a dios tuve la mente tranquila”, aunque reconoció que “también se me cruzaron cosas malas que las pude superar”.
También precisó que “en estos cinco días no comí”, con excepción de unas frutas que sacó “cuando pasé por una quinta”, pero “tampoco quería, por si me veían. Porque no quería tener conexión con nadie”, admitió.
Desde el pasado lunes “estuve en el puente, hasta hoy que me vio un chico conocido de (Osvaldo) Magnasco, que justo venía caminando con su sobrina”. A quien le agradeció especialmente, como “así también a todos los medios policiales que me atendieron muy bien”.
Tratando de explicar el porqué de su actitud, reiteró que “estar sin trabajo es difícil para mantener una familia”, porque “yo trabajaba en termas y quedé sin trabajo. Por eso me entró la depresión”, porque “era difícil el tema para hablar con mi señora”.
Con respecto a este punto, agregó: “Yo llegué a un acuerdo con mi patrón, pero yo esperaba cierta plata y no fue esa plata. Eso me llevó más a la depresión”.
Tras ello, “intenté buscar otro trabajo, pero siempre me decían que estaba completo de personal y eso más me tiró para hacer esto”.
Por último, hizo un llamado solidario a toda la ciudadanía, esgrimiendo que, “así como yo siempre di lo mejor en el atletismo, ojalá que la gente de Concordia me ayude porque necesito un trabajo”, concluyó.