Con declaraciones cruzadas de los protaganistas de esta historia, sigue la polémica por el cierre de un comedor comunitario que funcionaba desde la parroquia Inmaculada Concepción.
Vale recordar que desde la institución religiosa se emitió un comunicado explicando los motivos que llevaron a cerrar el comedor que funcionaba todos los sábados y alimentaba a 260 personas.

El escrito surgió como una respuesta a las declaraciones de Juan Ferla, voluntario encargado por más de una década del comedor, en rigor la persona que en primer lugar denunció la situación en los medios locales. A través de este comunicado la parroquia de "Parque Chiarizza" argumentó que desde hace tiempo sufrían una serie de hechos de inseguridad, lo que motivo en esta decisión. Con el comunicado ya hecho público, Ferla volvió a hacer declaraciones a Diario Río Uruguay para calificar el texto como “una trompada en el pecho” y reconoció que el comunicado “duele, es mentiroso y la trompada la esperaba de cualquier lado, menos el suyo, es muy fuerte”.

Además, Ferla no dudó al reconocer que “lo que están diciendo es mentira”, porque “mienten en la forma en la que dicen que nosotros, los encargados del comedor, lo cerramos”, ya que fueron ellos los que concurrieron el pasado fin de semana y se eocntraron con un candado en la vereda. Tambíen señaló que los voluntarios que prestaban su trabajo en el comedor nunca estuvieron de acuerdo en que esa comida "se la retire y se la lleve para entregarla a otro lugar”, explicando que el mencionado sacerdote -José Luis Bogado- propuso "cocinar para que el alimento sea enviado al comedor del Juan XXIII", que es donde se atiende a personas con problemas de adicción.

Para concluir, Ferla se refirió nuevamente a la respuesta oficial de la comunidad, aseverando que "me duele mucho, porque sé que están mintiendo”.