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La accidentada carrera fue la última competencia en San Carlos
CRÉDITO: Revista "Coche a la Vista"
El 19 de agosto de 1962 fue la fecha en que se corrió la carrera Nº 278 del historial del Turismo Carretera, la misma categoría que es emblema del automovilismo nacional.
El escenario de esa competencia fue el entonces llamado circuito “San Carlos”, que tenía un total de 2420 mts. y estaba emplazado en todo el anillado del Parque Rivadavia.

De acuerdo a los datos que pudo recabar Diario Río Uruguay, la competencia estuvo organizada por el Auto Club Concordia y había quedado diagramada con dos series de 15 vueltas cada una y una final de 30 vueltas, la cual terminó abruptamente en el giro 24, cuando el piloto mendocino Pablo Gullé (que había punteado toda la carrera con su Chevrolet) intentó sobrepasar un auto rezagado y pierde el control de su máquina. El coche de Gullé se sale del circuito y atropella a un grupo de espectadores que estaba en la base de una de la lomadas.

En el auto se originó un principio de incendio que fue sofocado rápidamente por los bomberos presentes. Pero lamentablemente nada se pudo hacer para evitar el fallecimiento de un espectador que fue identificado como José Frattichelli, vecino entonces del barrio Lesca.

Según el informe policial de entonces, en el mismo accidente también resultaron heridos -además del piloto- un soldado conscripto de apellido Chiabrando y otros espectadores a los que el informe policial terminó identificando como Rubén Suárez, Bernardino Gómez, Francisco Andrés Gil, Darío Berccesi, Miguel Alcides Pessolani, Clodomiro Ledesma, José Nieto, Juan Domingo Rastelli, Manuel Moulins y un pequeño de nombre Alberto Santana.
Dos años después de este lamentable siniestro, en septiembre de 1964, la municipalidad de Concordia tomaba una de las primeras medidas proteccionistas sobre el parque, al establecer -mediante una resolución- que “el Departamento Ejecutivo no ejecutará ninguna obra en el Parque Rivadavia en el llamado comúnmente Palacio San Carlos, que pueda modificar el estado actual de las ruinas existentes en dicho palacio”.

También se dejaba en claro que de ahí en más, toda intervención en dicho parque “deberá contar previamente con el dictamen favorable de la Comisión Especial que se designará al efecto y que deberá estar integrada por vecinos o personas que reúnan amplios conocimientos sobre la materia”.
Hoy por hoy
El aniversario de esta tragedia automovilística se da en un contexto muy especial, donde el municipio vuelve a llamar a una votación popular relacionada a San Carlos. Ya lo había hecho en el 2017, cuando se invitó a decidir el futuro del edificio del Hostal del Río, donde vale remarcar, los peloteros recientemente montados por la propia comuna no figuraban entre las opciones en disputa.

Ahora, en el 2019 se vuelve a llamar a una consulta -no vinculante- para que la población abale si una tradición como el paseo del 21 de Septiembre debe seguir usando las lomadas del parque San Carlos o si -por el contrario- se debería buscar otro espacio abierto para profundizar el cuidado en ese pulmón de 70 hectáreas.

Hace 57 años las carreras de auto tuvieron que abandonar San Carlos y buscar otro escenario. Con el tiempo se encontró otro más seguro, con mayores comodidades y si afectar al medio ambiente. Por eso, nadie debería sentirse atacado y exacerbar su fundamentalismo folclórico si se le plantea que la Fiesta del Estudiante podría seguir el mismo camino.