
El menor – Uriel Lapalma - luego de la contención por el natural estado de shock, se retiró ileso, junto a sus padres.
Shock
"Fueron más de 20 minutos en que, pobrecito, estaba con mucho nervios - incluso con llantos - y luego recién pudo volver a la tranquilidad", señaló el rescatista a Diario Río Uruguay. Además, subrayó que en plena desesperación, el menor "llegó a decir "papá, papá" y ya estaba tragando agua, no pudiendo salir por sus propios medios".
"Uno ya estaba atento a esa jugada, por los años y experiencia que tiene", remató Peralta.