
Los pescadores que descubrieron el instrumento de pesca ilegal liberaron a una importante cantidad de peces que aún estaban vivos, pero una absoluta mayoría había muerto atrapados en la red. Otros referentes de la actividad deportiva -que fueron consultados por este medio- señalaron que era muy difícil precisar si ese trasmayo había sido arrojado por pescadores furtivos argentinos o uruguayos. Lo que si subrayaron es que ese video demuestra que los controles, de ninguno de los dos países, no están dando resultados para cuidar la riqueza ictícola del río Uruguay.