
Con un desempeño sólido y consistente, Castro no solo se quedó con el título nacional sino que además sumó dos medallas de bronce: una en la persecución individual, donde su tiempo quedó a milésimas de batir el récord argentino de la categoría, y otra en la persecución por equipos, contribuyendo a una destacada actuación colectiva.
En 2024, el ciclista ya había demostrado su potencial al obtener el subcampeonato en la misma prueba de 500 metros.