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El director de la Escuela Secundaria “Cesareo Bernaldo de Quirós” (Bachillerato Artístico), Diego García, consideró que era "importante la vuelta de -al menos- los sextos años al colegio”, debido a que en su institución “están dadas las condiciones para que eso suceda”.

De esta manera, García explicó que “nosotros tenemos una matrícula de 25 o 26 alumnos por curso y, si tuviéramos que desdoblar en la semana esos grupos, perfectamente podríamos atender a 13 chicos por curso en la mañana con la disponibilidad de espacio que tenemos, donde también se cumplirían todas las cuestiones del distanciamiento social”.

Sin embargo, García puntualizó que “el sistema educativo es un sistema muy particular”, en lo que al cuidado de la salud en estas circunstancias respecta, por lo que “estamos esperando las disposiciones del Consejo Federal de Educación, el Consejo General de Educación y la Dirección Departamental de Educación”. Es así que, una vez que estas cuestiones se esclarezcan “me parece que iremos lentamente abordando la posibilidad de volver siempre y cuando las condiciones sanitarias estén dadas”, concluyó.

Por otra parte, el vicerector de la Escuela Técnica Nº2, Gerardo Núñez, destacó que su institución “actualmente está acondicionándose de acuerdo al protocolo en material de sanidad”, por lo que ocuparon el tiempo sin clases para colocar “trapos con lavandina en las entradas de la escuela, en las puertas de las oficinas, dispensers de alcohol en gel, dispensers de jabón líquido en los baños, toallitas de papel, entre otras cosas”.

Al igual que García, Núñez se mostró de acuerdo “en que vuelvan los chicos de séptimo, más que nada porque es el último año y queremos que compartan un tiempo en la institución, que sería de un mes o un mes y medio” por lo que “vamos a esperar la decisión de la mesa federal y lo que decida el ministro de la provincia”.

En el caso de Técnica Nº2, tres serían los cursos que terminarían el año: “dos cursos de la Tecnicatura en Administración de Empresas y un curso de la Tecnicatura en Computación”. Frente a esta posible vuelta a clases, “hay una gran expectativa tanto de los alumnos como de los profesores” porque “al ser una escuela técnica hay muchas materias donde los chicos necesitan la presencialidad, especialmente en los talleres y en las prácticas profesionalizantes”, aclaró Núñez.

El vicerector de la escuela manifestó que “si se vuelve a la escuela sería un gran beneficio para ellos porque podrían completar su trayectoria y adquirir todo lo que virtualmente no pudieron hacerlo”.

Partidas de higiene

A su turno, el Rector de la Escuela Secundaria Juana Azurduy, Guillermo Jurado, manifestó que “todos queremos volver” ante el posible retorno a clases. Sin embargo, “lo que nos preocupa son las condiciones sanitarias en las que vamos a volver”, porque “tenemos espacio y tenemos un solo sexto año de 36 alumnos, le podemos dar lugar y los podemos distribuir para dar las clases, pero no nos ha llegado nunca la parte de la higiene."

En su caso, Jurado explicó que “nos gustaría contar con alfombras sanitizantes, el termómetro para recibir a los chicos, el alcohol en gel, la lavandina y todos los productos necesarios como los barbijos y las máscaras para todas las personas que trabajan acá” con el objetivo “de no arriesgarlos y cuidar a los chicos”.

A la espera del protocolo

En esa misma llínea se mnifestó el profesor Carlos Gatto, rector de la Escuela Secundaria “Martín Miguel de Güemes”, quien dijo que “nosotros estamos a la espera de lo que surja del protocolo de la provincia de Entre Ríos, pero al mismo tiempo, también hemos estado trabajando interiormente con el equipo viendo diferentes posibilidades que se podrían llegar a dar en el caso de un retorno”. Además, la institución cuenta con “un total de 146 alumnos cursando su último año divididos en 5 sextos años”.

“Nuestra escuela tiene armado un proyecto donde se tienen en cuenta los días de clase que restan con horarios organizados de tal manera que no choquen los recreos de los alumnos de sexto año, con una carga horaria reducida y focalizados en módulos de acompañamiento pedagógico para aquellas asignaturas consideradas clave para cada bachiller, pero todo depende de los lineamientos que surjan de la provincia”, agregó.
La otra cara de la moneda
Quien se manifestó con reparos ante la posibilida del retorno de las clases fue la profesora Laura Pelliquero, desde la Ex Técnica Nº1 Brigadier Pascual Echague, quien puntualizó que al ser una de las escuelas más grandes en cuanto a número de alumnos, con un total de 99 alumnos cursando su último año, “tenemos hace tiempo ya un protocolo ‘aceitado’ porque estamos abriendo la escuela para aquella gente que no tiene acceso a cuestiones tecnológicas, a quienes se le dificultan los medios electrónicos para el tema de las inscripciones”. De esta manera, “todos los días abrimos un rato porque el ANSES sigue pidiendo la firma de la escuela en formato papel para todos sus trámites”.

Desde su perspectiva, Pelliquero reconoció que “es muy arriesgada” la idea de empezar gradualmente con las clases para los alumnos del último año. No obstante, “en la escuela está garantizado que no va a haber contagios porque tenemos una escuela grande y podemos ir turnándolos con el distanciamiento necesario”. Pero también destacó el hecho de que “preocupa el traslado de los estudiantes, porque si bien es una escuela que está en el centro, el 70% del alumnado viene de barrios alejados y tiene que tomarse un colectivo” por lo que “creo que no es el mejor momento”.

Situación complicada

En coincidencia con su antecesora se definió la profesora Eliana Cantero, rectora de la Escuela Agrotécnica Nº 152 Manuel M. Calderón, quien también se mostró convencida ante la posible vuelta de las clases porque “vemos bastante complicada la situación” dado que “dependemos de otros factores” al ser una escuela retirada de la ciudad. De esta manera, ejemplificó su caso “con el transporte escolar”, cuyos trabajadores “no han recibido ninguna remuneración en lo que va del año” y “nos han planteado que se les hace difícil ponerse a tono con todos los gastos que implica mover las unidades para trasladar a los chicos”.

Cantero precisó que “nuestra escuela tiene un grupo aproximado de 20 alumnos en séptimo año que vienen de distintas zonas del departamento Concordia, pero también tenemos chicos del departamento Colón que residen en la escuela”. Entonces, la institución también debería “poner en condiciones la residencia del lugar”, lo que es otro factor a tener en cuenta.

“Si bien está pensada la posibilidad de que regresen en grupos de 10 chicos, uno de los factores más complicados es el tema de los transportes, porque son 7 las líneas que nosotros tenemos en la institución: 4 que son de la parte ciudad, 1 de Ayuí, otra de La Criolla y Los Charrúas, más una de Ubajay”, concluyó.