
Se realizó el juicio en 2012, transcurrieron los testigos y finalmente los alegatos del fiscal general José Ignacio Candioti, un día viernes. Durante el fin de semana, Montiel, desde la Unidad Penal N° 1 de Paraná, llamó a los teléfonos particulares de dos de las integrantes del Tribunal Oral Federal: Lilia Carnero y Noemí Berros. A las 13 del 26 de octubre, llamó a Mariana Montefiori, hija de la jueza Carnero, y le pidió que le transmitiera un mensaje a su madre: “Que se deje de joder con Carlos Montiel porque si no los iba a hacer mierda a todos”, le dijo. Le siguieron varios llamados más de igual tenor, exigiendo a las magistradas que lo absuelvan. “No me importa nada, yo manejo la droga y prostíbulos en Concordia”, se jactaba.
Finalmente, fue condenado, pero lo dejaron libre hasta que el fallo quedara firme y luego Montiel no fue encontrado para ser llevado a prisión. Estuvo prófugo hasta que lo detuvieron en agosto de 2014.
Las juezas hicieron la denuncia en el Juzgado Federal y comenzó a tramitarse, con abundante prueba, como escuchas telefónicas, la causa por los llamados extorsivos. Fue a juicio y en un acuerdo de abreviado Montiel recibió cinco años de prisión efectiva por Coacciones calificadas. Por problemas de salud, el hombre quedó con prisión domiciliaria en su casa de Concordia. Pero estaba de vacaciones, según observaban investigadores de Prefectura.
Solo 15 días después de esta última condena, Montiel fue allanado en el marco de una causa por narcomenudeo en la Justicia provincial, instruida por el fiscal José Arias. En su vivienda de calle Moulins, entre Laprida y Brown, del barrio Pindapoy de Concordia, le encontraron menos de un gramo de cocaína y un revólver calibre 32 largo. El fiscal le endilgó el delito de Tenencia simple de estupefacientes y también la Tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil. Por esta causa, recibió tres años de prisión efectiva, tras un acuerdo de juicio abreviado.
La unificación de ambas penas se realizó recientemente en el Tribunal Oral Federal, ya que le habían impuesto aquí la pena más alta. Cabe remarcar que la primera condena por Trata ya fue cumplida en su totalidad.
En los alegatos de la audiencia de unificación, el fiscal Candioti valoró las dos condenas que pesan sobre Montiel para que la pena a imponerse “tenga correlación con el accionar delictivo” del hombre.
Detalló la causa de las coacciones a las juezas, en particular el contenido de las intimidaciones telefónicas de Montiel, así como la gravedad de la tenencia de droga ya el arma de la segunda condena. “Detentaba en todos los ilícitos el dominio de los hechos”, afirmó, y subrayó que “a pesar de la condena, continuó con su accionar ilícito”. Por esto, pidió que la unificación de las condenas sea en siete años de prisión efectiva.
El defensor público oficial, Mauricio Zambiazzo, por su parte, realizó una serie de consideraciones acerca del cálculo para cuantificar la pena unificada.
El presidente del TOF, Roberto López Arango, valoró lo aportado por las partes en la audiencia y coincidió fundamentalmente con la postura del fiscal y unificó ambas penas en siete años de prisión.