
El anuncio de esta novedad se da en una fecha clave, ya que, través de una nota remitida a todos los padres de la entidad educativa, se informó que este miércoles 28 de mayo, el alumno de 12 años de edad regresaría al 5° grado de dicha institución, basándose en los resultados de los objetivos pedagógicos no alcanzados.
En diálogo con Diario Río Uruguay, el abogado defensor de la familia del alumno afectado, Ignacio del Valle, comentó que se trata de “un chico de 12 años que tiene un trastorno conductual mixto, que podemos englobar dentro de los trastornos del espectro autista en definitiva”.
En este caso, mencionó que “las complicaciones que tiene son de interrelación, de entender ciertas consignas, de entender el doble sentido y de ciertas cosas” y aseguró que “la realidad es que el niño cursa desde sala de 4 años en la misma institución escolar, con su mismo grupo de compañeros que lo ha acobijado y se encuentra plenamente integrado”, por lo que “en este tipo de situaciones, las normas privilegian la inclusión más allá del rendimiento académico”.
Sobre el hecho
Al respecto, precisó que “los chicos con este tipo de condiciones tienen un programa diferenciado al resto de sus compañeros y están acompañados durante toda su trayectoria por distintos profesionales que trabajan sobre ellos, tratando de hacer un acompañamiento a la trayectoria y buscando que el chico pueda explotar sus potencialidades”.Según sus palabras, en esta oportunidad “se dio la circunstancia de que el chico llegó hasta el anteúltimo grado de primaria y a dos días del inicio de su último año, les notifican a sus padres que el chico iba a repetir el quinto grado”, momento en el que “empieza la serie de problemáticas, fundamentalmente por la desesperación de los padres atendiendo a que generaría un retroceso conductual y cognitivo en el menos más que importante, ponderando que estos chicos son muy rutinarios y, cuando uno lo extrae de esa rutina, tienden a cerrarse y a formalizar un retroceso, que es lo que nosotros advertimos en la acción de amparo ante el Tribunal de Juicios y Apelaciones de la ciudad de Concordia”.
Debido a esto, expresó que “acá lo que se privilegia es la inclusión dentro de un grupo de pares que ya lo conoce, que sabe cuáles son sus reacciones y qué quiere decir cuando hace determinadas cosas”.
La justicia
Como consecuencia, el letrado apuntó que “a nivel local tuvimos un primer fallo realmente contundente y extenso donde se ordenó la producción de unas pericias” y remarcó que “el problema es la inclusión”, por lo que “con el contenido académico podríamos buscar alguna alternativa, pero la posición de al escuela fue inflexible e impidió cualquier tipo de acuerdo”.Fue a partir de entonces que “hubo una sentencia contundente en primera instancia que determinó que las actitudes discriminatorias por parte de la entidad, incluso del CGE, por una cuestión muy sencilla: si usted a un chico que sabe que puede dar hasta cierto tipo de conocimiento o potencialidades le exige algo que sabe que no va a poder lograr, es una barrera, en definitiva”. Eso fue, según sus palabras, “lo que se hizo con este chico, exigirle que aprendiera reglas de puntuación, de acentuación, que entendiera qué es una república, una organización federal”, entre otras cosas.
Sin embargo, reconoció que “hubo un segundo fallo del Superior Tribunal de Justicia, que declara que la vía de amparo no era la vía procedente para resolver esto y recomendó a los padres otras vías para requerir estas cuestiones, como medidas cautelares, lo que no compartimos porque se produjeron pruebas contundentes en el tema”.
Debido a esto, mencionó que “ejercitamos nuestro derecho de interponer un recurso extraordinario ante la Corte Suprema y, por el otro lado, le pedimos a los jueces de familia que tomen cartas en el asunto, porque la escuela sigue en la conclusión de que a pesar de que el chico inició el año escolar, retome el quinto grado”.
Repercusiones
El hecho tomó revuelo en la comunidad, dado que “esto se ha notificado a todas las familias de la escuela mediante la versión de la institución, entendiendo que este tipo de reclamos no era procedente porque le generaba daños a la escuela”, además de “una segunda notificación a los padres, indicando que a partir de este miércoles el chico iniciaría sus actividades en el quinto grado”.Debido a esto, la defensa remitió “una carta de documento a la escuela intimando a que cesen esa conducta, notificándoles que el fallo del que ellos pretenden basarse fue apelado ante la Corte Suprema y que, por ende, no está firme ni consentido”, así como también “notificándoles que hemos dado intervención al Juzgado de Familias”.
Entre otras cosas, el letrado precisó que “pedimos que se reformule el programa del chico, porque entendemos que en él no han intervenido los profesionales que trabajan con el chico desde su más tierna edad, ni tampoco han sido consultados sus padres”, que a pesar de que “entendemos que es una facultad de la escuela y del CGE, también entendemos que no hay nadie más cercano que los profesionales que trabajaron con el chico para aportar ideas”.
A raíz de esto, concluyó que “no pretendemos que al chico lo aprueben, porque no se le puede evaluar con la misma vara que a un chico que no tiene este tipo de trastornos”, pero lo primordial “es la inclusión”.