Agrandar imagen La profesional destacó también el vínculo formado entre el bebé y su madre.
La profesional destacó también el vínculo formado entre el bebé y su madre.
En contacto con Diario Río Uruguay, la profesional apuntó a que "hay una creencia de que después de los 6 meses no importa tanto o que después del año ya no es necesario".

"En realidad, la recomendación es lactancia hasta los 2 años y en los primeros 6 meses, que sea exclusiva y no es necesario ni siquiera agua", puntualizó. Subrayando que la acción "cubre a esa edad no solo la parte nutritiva sino también la hidratación".
Alimentación y contacto
Según expresó Cumbeto, "después de los 6 meses empieza la alimentación complementaria porque las necesidades nutricionales del bebé se van poniendo más complejas y no alcanza solo con leche".

En ese caso, "tenemos que incorporar alimentos sólidos, apuntando a que sean de calidad y nutritivos", aseveró. Pero, de todos modos, insistió con que "después del año, la leche sigue alimentando y no solo cumple esa función sino que es contacto, sostén y que el bebé siga ligado a la mamá".
La semana
Según los profesionales del área, la leche materna es la fuente de alimento natural para los bebés y tiene las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasa. Proporciona las proteínas digestivas, minerales, vitaminas y hormonas que los bebés necesitan.

Esta semana es vital para fomentar la lactancia materna. Dado que favorece y fortalece la relación de afecto entre la mamá y el bebé y contribuye al desarrollo de niños capaces, seguros y emocionalmente estables. El bebé debe estar en contacto con el pecho de su madre al nacer y debe ser amamantado dentro de la primera hora de vida.

A través de su leche, la mamá le transmite al bebé anticuerpos que lo protege contra las enfermedades más comunes hasta que sea capaz de formar sus propias defensas.
Dar la teta
Por último - y consultada acerca de los casos en los que las madres no pueden ejercer la acción - Cumbeto apuntó al contexto. "Hay que ver porqué no tenemos leche, dado que si lo pensamos desde lo biológico el cuerpo de las mujeres está pensado para la producción de leche", comentó.

Sin embargo, alertó, "hay un montón de factores que afectan esa producción tales como estrés, el cansancio o hasta una depresión post parto".

En ese marco, exhortó a reflexionar en que "ahí es donde todos somos parte de la lactancia y tenemos que involucrarnos en el sostén de esa mamá que está amamantando".

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