Agrandar imagen El nene convivía en un escenario familiar de "extrema marginalidad".
El nene convivía en un escenario familiar de "extrema marginalidad".
CRÉDITO: Imagen ilustrativa.
Si bien formalmente aún no se tiene los resultados de la autopsia del menor – practicada este martes, en la morgue judicial – hasta el momento nada hace sospechar que haya existido delito en el fatal desenlace. Fuentes judiciales reconocieron a Diario Río Uruguay que un suicidio, en un menor de tan corta edad, no sólo es “raro”, sino que también es “inédito” y no pudieron recordar un hecho semejante. Es comprensible entonces, la incredulidad popular relacionada a la muerte; y por lo tanto la suspicacia – y hasta un cierto morbo - que genera aún el caso.
Antecedentes
Además, se filtró que la víctima ya había manifestado sus intenciones de atentar contra su vida. Incluso con el mismo trágico método que finalmente eligió para hacerlo: el ahorcamiento. “Los familiares nunca pensaron que verdaderamente lo fuera a hacer”, aseguraron fuentes relacionadas a la investigación.

El escenario elegido – un carro que estaba en la vereda – a la vista de familiares y vecinos, es otro indicio que suma a la hora de asegurar que efectivamente fue un caso de autoeliminación; y por lo tanto es un hecho donde no existe delito.
Difícil
Por último, se enmarcó el hecho en “una marginalidad extrema”, en una zona donde estaba “todo oscuro, con nenitos en patas y en el barro”. Es más, la vivienda familiar es una “casilla muy precaria, donde convivían 6 chicos con su madre y un padre ausente, que no aportaba nada”.

Obviamente, las personas allegadas a la investigación entienden que todo ese escenario social no es condicionante para explicar una decisión tan extrema; reconociendo que “es la primera vez que vemos un caso de suicidio, con un nene tan chiquito”.