
Por el momento, el profesional destacó que “no sabemos cuál es el motivo, porque esa zona tendría que estar vigilada", sin embargo, según Alonso, los pescadores furtivos igualmente ingresaron a la zona de exclusión para obtener incontables piezas de bogas y dorados.
El entrevistado subrayó que “la actividad está muy complicada”, porque “hace mucho tiempo venimos haciendo este tipo de denuncias por la pesca furtiva y la falta de controles por parte de Recursos Naturales, Flora y Fauna”. Además, “hemos tenido muchísimas reuniones con la gente de Fiscalización de Paraná, pero no hemos llegado a un consenso positivo”, por lo que “esto origina un gran problema que se suma a la bajante del río que estamos sufriendo”.
Matanza de Navidad
Alonso precisó que el hecho se dio a conocer a raíz de que “estuvieron circulando fotografías sobre esto” y salieron “muchos dorados de 15-20 kilos a la venta, que son pescados que río abajo no los estamos teniendo por la bajante del río y solo se consiguen en la zona de seguridad”.De esta manera, al conocer el circuito de comercialización de este tipo de especies, “nos llamó la atención que circularan tantos pescados de ese tamaño”.
Los profesionales de la pesca deportiva local piden que “Recursos Naturales ponga gente a controlar esto, porque hay una sola persona que hace este tipo de operativos, pero, lamentablemente, no alcanza”.