En diálogo con Diario Río Uruguay, el abogado de la familia Ojeda, comentó que “el chico falleció en funciones. Ese día había salido de guardia a la madrugada y lo llamaron a las horas para que se presente a prestar el servicio de limpieza y desagote de una pileta de un particular que lo solicitó a bomberos”.
Alexander Ojeda tenía 17 años cuando falleció y era un aspirante a bombero que se había graduado pocos días antes del accidente que le costó la vida.
Tras lo ocurrido, “los bomberos dieron las explicaciones del caso, pero en ningún momento reconocieron que el fallecimiento haya sido responsabilidad de la Asociación de Bombero Voluntarios”, señaló el profesional del derecho.
Por ese motivo, “los familiares inician una causa en el año 2006 y la sentencia se determinó en el 2012, pero bomberos apeló y el caso fue primero a la Cámara de Apelaciones, después al Superior Tribunal de Justicia quien finalmente confirmó la sentencia”, sostuvo Oriol.
“En la sentencia se responsabiliza directamente a los bomberos, por la responsabilidad de tipo contractual que tenían para con este chico -al ser aspirante en un primer momento y luego bombero- de cuidado y protección. La demanda también se inició contra el titular de la vivienda, pero el juzgado determinó que la responsabilidad era contractual, es decir únicamente de los Bombero Voluntarios”, puntualizó el abogado.
Finalmente, “la sentencia dio como plazo de pago el mes de noviembre del año 2014, y como aún no se efectivizó deberá ser ejecutada como si fuera una deuda vencida y se cobrará con intereses que fija la misma”.
Sin embargo, Oriol señaló que “más allá de lo económico, la familia quiere que los bomberos reivindiquen su memoria, ya que Alexander falleció en servicio”.
