
“Se da con las altas temperaturas y más que en Concordia el clima se va tropicalizando”, detalló. Subrayando que la enfermedad “ya está instalada por lo que debemos aprender a convivir”.
Humanos
La Lutzomyia, que es “el vector que transmite la enfermedad”, puede incidir en la salud humana. Y es ahí donde radica lo más peligroso.Afortunadamente, en todos estos años y a nivel local, “que sepamos, no ha habido casos en personas”. Diferente panorama se registró “en Salto (R.O.U.) donde sí hubo dos casos fatales, al igual que en el norte del país”.
La OMS estima que cerca de tres millones de personas padecen leishmaniasis en el mundo. Se transmite al ser humano a través de la picadura del vector, en este caso el flebótomo hembra infectante, el cual previamente ha ingerido sangre de un reservorio infectado con los parásitos.
Los flebótomos hembras requieren sangre para poder reproducirse. Por ello, después de alimentarse del reservorio infectado, los parásitos ingeridos junto a la sangre se multiplican en pocos días en su intestino para, posteriormente, migrar hacia la proboscis o trompa del insecto para ser inoculados con la picadura.
Una vez que estos microorganismos son introducidos por el insecto en la piel de una persona sana, inmediatamente son captados por los macrófagos (unas células del sistema inmunitario), y se multiplican en el interior de estas células hasta que las destruyen, y entonces salen a colonizar a nuevos macrófagos.
La infección entre personas también se puede dar a partir de parásitos que el vector ha tomado de otro hospedero humano, que es lo que se conoce como ciclo antroponótico; sin embargo, este tipo de transmisión es poco frecuente, al igual que los casos reportados por transfusión sanguínea, transplante de órganos y contacto sexual.
Amores perros
En relación a las mascotas, Blanchard insistió con los síntomas a prestar atención, como probable anorexia, falta de apetito, un bajo estado corporal. De todas maneras, aclaró que – en algunos casos – la enfermedad es difícil de detectar porque no presenta síntoma alguno.Para finalizar, pidió a los dueños trabajar en prevención, comprando “los collares adecuados” y alertando que sean adquiridos en centros veterinarios y no “en forrajerías o peluquerías caninas, sin un profesional a cargo”.