
La decisión del gobierno nacional de no aportar más el ATP con el cual hacían frente al pago de los sueldos de sus empleados, fue una de las causas determinantes en dicha decisión.
En esta oportunidad, fue el martillero público, José Giorgio quien tuvo a cargo la subasta los bienes muebles y elementos de gastronomía, del hotel Salto Grande.
Según consignó el diario El Sol, los precios obtenidos fueron “buenos” para la situación económica que se atraviesa, pero la mala noticia es que se vienen otras subastas de otros emprendimientos hoteleros que no pueden hacer frente a la pandemia y que están cerrados desde hace poco menos de un año. Algunos pasarán por el martillo de Giorgio y, otros, por el martillero que designen los juzgados, ya que se habla de subastas por embargos y quiebras.