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Era el examen que tenía que pasar, la prueba de fuego. Sin caer en análisis prematuros, el choque contra el Universitario de Comizzo realmente era vital para Defensa y Justicia en sus aspiraciones dentro del Grupo A de la Libertadores. Con la chapa de campeón de la Sudamericana y la Recopa, el Halcón venía de igualar ante Independiente del Valle en la altura de Quito y tenía un objetivo claro: hacer valer el buen punto conseguido en Ecuador durante el debut, logrando un triunfo como local para arrimarse al puntero Palmeiras. Y el equipo de Sebastián Beccacece no defraudó: fue 3-0 por los goles de Pizzini y Bou (x2). La larga lista de ausencias: Benítez (por una molestia en la rodilla), su goleador Romero, Meza, Paredes, Rotondi y González (todos aislados por Covid-19), casi que no se notó.

Durante el primer tiempo, Defensa se adueñó de la posesión de la pelota, con mucho espacio en el medio para que jueguen libremente Enzo Fernández y Raúl Loaiza, haciendo provecho de la intermitencia en la presión de los delanteros del elenco peruano. La zona de volantes generó permanentemente opciones de pase y quien mejor lo aprovechó fue Francisco Pizzini: tras una buena jugada colectiva con Walter Bou, Pancho se la picó al arquero Carvallo y marcó el 1-0 con un golazo (a los 33’). Sería el propio ex atacante de Boca, el asistente en el primero, quien se convertiría luego en el fundamento más importante del Halcón para lograr el triunfo.

De cara al entretiempo, la ventaja mínima pareció quedarse corta con lo que fue el desarrollo del juego, pero ya en la segunda etapa, Universitario insinuó con pisar el área de Ezequiel Unsain mediante algunos avances de Novick y Quintero (en su mejor momento del partido). Y allí volvió a aparecer Bou en el centro de la escena, apaciguando las aguas: a los 71’, Nahuel Gallardo desbordó y el entrerriano metió un tacazo para el 2-0, estirando la ventaja y calmando las ansiedades de Beccacece, que no paraba de caminar y dar saltitos en el banco de los suplentes. La frutilla del postre llegó a los 80’, cuando nuevamente Bou se encargó de definir el asunto desde los doces pasos: el árbitro chileno Ángelo Hermosilla cobró un supuesto agarrón dentro del área y Walter no perdonó en la definición.

Defensa cumplió, pasó la prueba de fuego. Ganó 3-0 en Varela, logró su primer triunfo y se acomodó, con cuatro puntos, como único escolta de Palmeiras –tiene 6- en el Grupo A de la Libertadores. Gracias a Bou y Pizzini, el Halcón voló alto y cada vez tiene más chapa copera