
Ese mismo día, los abogados de Camejo, Oscar Bacigalupe y Carlos Conti, recusaron al juez Guerrero, argumentando que éste había adelantado una opinión durante una audiencia previa, sobre lo que resolvería más adelante. La defensa pedía su apartamiento de la causa.
La solicitud de recusación fue rechazada por el propio juez Guerrero, quien decidió mantenerse al frente de la causa. Posteriormente, el vocal Pablo Garrera Allende ratificó esa decisión, confirmando que Guerrero seguiría en el caso y validando la prórroga de la prisión preventiva.
Además, la defensa presentó un habeas corpus argumentando una supuesta privación ilegítima de libertad, pero el juez Ledesma desestimó la solicitud, no haciendo lugar al planteo.
Alcides Camejo había sido detenido el lunes 23 de diciembre por personal de la División Investigaciones en su mansión de calle Capitán Rojas, en el barrio Villa Adela.
La causa, que es llevada adelante por el fiscal José Arias, se sustenta en los resultados de las pericias realizadas sobre los aparatos telefónicos secuestrados tras la muerte del sereno Kevin Guardia, ocurrida el 28 de noviembre. Las evidencias obtenidas fueron clave para solicitar el allanamiento en la vivienda de Camejo, lo que derivó en su captura.
De acuerdo con los elementos recogidos, Camejo habría entregado una pistola calibre 9 milímetros al guardia y a un adolescente de 12 años para que custodiara su casa. Según las pericias, les entregaba las armas todas las noches y, antes de que volvieran a sus viviendas al día siguiente, se las retiraba. No obstante, el arma que permaneció en poder de guardia y el menor tenía la documentación vencida desde hace cuatro años.