Según argumentaron desde la entidad educativo, el formato de protesta surge por no recibir respuestas a distintos reclamos ante las obras inconclusas para el correcto funcionamiento de la institución.

Para contextualizar la situación, en diálogo con Diario Río Uruguay, la directora Andrea Soto expresó que “la clase pública fue para poner en evidencia algunos puntos que no se cumplieron, que fueron acordados el 6 de agosto para cumplirse en 30 días” pero el plazo determinado “ya venció y quedaron cosas inconclusas”.

Dentro de las distintas problemáticas que presenta la infraestructura de la escuela se destaca el arreglo del depósito de agua, al que le falta una cobertura. Esto quiere decir que el agua se encuentra al aire libre y sin protección alguna, que afecta directamente a las oficinas que trabajan exactamente bajo estos tanques. Otro tópico a tener en cuenta, según lo destacó la rectora de la institución, es que “debido a la magnitud, a la frondosidad de los árboles que nos rodean, dejan el predio bastante oscuro” lo cual se remarca debido a que la escuela funciona hasta las 22 hs. Debido a esto “hay que podar los árboles” pero desde “Parques y Jardines nos dijeron que se trata de una tarea que corresponde a la Provincia, por encontrarse dentro del terreno de la escuela, y desde provincia nos dicen que ellos tampoco tienen los recursos para hacerlo”.

Por otra parte, también “hemos solicitado, más que nada por el turno vespertino, alguna seguridad policial que nos acompañe desde las 21:30 hasta las 22:30” que es el horario en el que los chicos esperan la llegada de los últimos colectivos para llegar a sus hogares, pero esto “tampoco se pudo cumplir”.

Además, la directora agregó que “en esta escuela, los patios son de tierra y allí es donde hacen educación física los estudiantes”. En otras ocasiones “se había pedido que se nivelaran estos espacios” pero, de igual manera, “no se pueden nivelar en estos momentos por falta de presupuestos”.

Frente a esta situación general, desde la comunidad “queremos mantener viva la promesa mayor, de que las obras del edificio para la escuela secundaria comenzarán el año que viene” a pesar de haber recibido “todas estas respuestas de falta de presupuesto”. Sin embargo, un grupo de padres “muy movilizados, que básicamente son los que llevan al frente los reclamos” dicen que “si no tenemos dinero para cortar unos árboles ¿cómo nos van a hacer un edificio nuevo?” por lo que desde allí surge “toda esta manifestación”.

En el edificio actual “se necesitan muchas otras reparaciones que son necesarias y no se llevan adelante, aulas que se llueven, se filtra agua por las ventanas, por los techos, canaletas totalmente oxidadas”. Un conjunto de detalles que “dificulta la actividad escolar en días de lluvia”.

Desde el municipio “se acercaron a podar los árboles, pero nos dijeron que ellos sólo podían manipular lo que es público, los árboles que estaban en la vereda, por lo que no podían recortar los árboles del interior de la escuela sin una autorización de provincia”. Frente a esto, la encargada de la institución remarcó una notable “falta de comunicación entre el municipio y la provincia” y expresó que la comunidad educativa considera que para los encargados “los reclamos no son importantes, no nos están escuchando o no les parece importante resolverlos”.