
A su entender, "la parte más complicada y cruel que tenemos que entender de este virus es que te arranca de tu vida normal, pasás a estar aislado en un hospital". En su caso, contó que "en mi familia teníamos todo armado para pasar el Día de la Madre y terminé con fiebre, en el hospital, internado y con neumonía por el COVID".
"Pasás de estar en tu casa a un día ir a hacerte un control y te internan porque estás grave", detalló. Subrayando que "yo tengo hijos chicos y tuvieron que entender que el papá fue a hacerse un control y no volvió por 10 días porque estaba internado".
Según explicó, la experiencia deja secuelas "en la cabeza, más allá del dolor físico, con medicamentos, con fiebre y sin poder respirar". De todas maneras, insistió en que "no me gusta ser alarmista pero hay gente conocida que estuvo internada el mismo tiempo que yo y no salió: no la pudo pasar".
Vivir para contarla
Muzzio aclaró que "los ocho días que estuve internado me parecieron como tres meses, con muchos controles diarios y estás aislado, solo, lejos de tu familia".También reconoció que "a lo primero descreía, pensaba que estaban exagerando y creíamos que era solo en Europa; que acá no iba a llegar”, explicó. Subrayando que – una vez que se padece el virus – “es muy feo, no es joda y no es nada parecido a lo que pudiste tener antes”.
A su entender, “hay que exagerar con las medidas de protección (barbijos, alcohol en gel, evitar reuniones numerosas) para evitar contagiarse”. En su caso, “yo terminé contagiando a mi familia y amigos - obviamente que sin querer – imagínate si alguien no la sobrevive, debe ser terrible”.